Hoy no estás aquÃ, y debo confesar que salà con una amiga, encontré una joyita de Sabines y tuve que comprarla, sabes que soy adicta a sus palabras. Y sÃ, me inspiró, ¿o fue tu ausencia lo que me hizo más sensible a lo que leo? No lo sé.
Empiezo a escribirte, pero no una epÃstola, porque esto de las cartas a mà no se me da, el corazón siente más rápido de lo que escribo asà que en este momento estoy atrasada en transcribir sentimientos. Pero TE AMO, es lo único que alcanzo a deletrear, mientras mi mente ya te tocó y re-tocó con pensamientos de deseo, ése que espero no desaparezca, por lo menos en esta vida.
Sólo unas horas, para escuchar la llave en la cerradura y sentir como si se abriera el cielo. Te espero, no tardes. No te des a desear: NO LO NECESITAS.
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