Temas de conversación.

Recuerdo cuando era niña mis temas de conversación con las amigas eran las muñecas, los juegos de té, las tareas, etc.
En la adolescencia empezamos a hablar de chicos, sí ya saben, que si me gusta éste, o aquél, que si le gustas tú a él, que si ya le dieron su primer beso a fulanita. Y un tema, recurrente fue la menstruación, sí, así como lo leen, era importante para nosotras hacerle saber a las demás que ya nos había "bajado", eso hacía una gran diferencia, significaba que te estabas convirtiendo en toda una mujer, por lo menos del cuerpo. No faltó aquella a la que el desarrollo le llegó tarde y optó por rellenar su corpiño con papel, tampoco faltó aquella que se dió cuenta lo que sus cambios físicos representaban y empezó a utilizarlos para conseguir regalos de los chicos de la escuela, y obviamente, también entre mis compañeras tuve una que se embarazó antes de los quince años y tuvo que dejar de estudiar para ponerse a criar un niño.

A los veintitatos los temas de conversación no variaron mucho, los chicos continuaban en el número uno, las cuestiones de la escuela en el número dos y los juguetes (ropa, zapatos, bolsas, etc) en el número tres.

Recuerdo una ocasión en que una amiga de la infancia y yo estábamos escuchando una conversación entre nuestras madres sobre la menopausia; mi amiga, muy seria me miró y dijo: "¿estás consciente que ésos serán nuestros temas de conversación en 20 años?". Todavía no hemos conversado sobre eso pero, ya hablamos de fertilidad, de ginecólogos, de hijos, de inversiones, de soluciones para las arrugas, en fin... poco a poco está llegando ese momento, pero mientras tanto vivimos, amamos, engordamos, adelgazamos, aprendemos a vivir con las consecuencias de nuestras decisiones y por supuesto, los chicos siguen siendo tema de conversación.

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