Tic, tac, tic, tac...

Anoche soñé que me encontraba en una fiesta y yo cargaba un bebé, pude suponer que era mío ya que se lo presentaba a cuanta gente veía y decía con orgullo: "es mi hija" (¡ah! porque era niña). Investigando en la red el significado de los sueños, la mayoría coincide en que es el inicio de un proyecto nuevo. Aunque sinceramente creo que es algo más profundo que eso, quizá sea el despertar del famoso "reloj biológico", digo, la mayoría de nuestros matrimonios amigos ya tienen uno, dos o hasta tres chiquillos.

Pero hoy, frente a la computadora pienso en cómo cambiaría mi vida al tener un hijo, para empezar ya me imagino a todos aquellos que me dirían "duerme todo lo que puedas", "un hijo te cambia la vida" - será porque te la vuelve de cabeza - ; "es lo mejor que te puede suceder" - ya los quiero ver cuando esos bebés sean adolescentes - y así llegarán a nosotros (mi esposo y yo) muchos comentarios, quizá ellos crean que es para animarnos a tener un hijo, pero creo que más bien es como su venganza silenciosa por todo lo que vivieron los primeros meses después del nacimiento del bebé.

¿Realmente estoy dispuesta a cambiar mi rutina diaria por atender a una sola personita? ¿Soportaré que alguien más sea el centro de atención en mi casa? ¿Tendré la paciencia necesaria para educar y formar a alguien más? Son muchas las preguntas y las respuestas sólo las encontraré intentándolo. Entonces, queda pendiente el que les diga si van a ser tíos.

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