Búscame en el cielo, encuéntrame en la tierra.
No camines en línea recta porque, ahí no estoy.
Sigue tu instinto olfativo, me gusta el olor del aceite de coco mezclado con agua de mar.
Nada en mi mirada, quizá haya una isla perdida donde puedas descansar.
Corre sin rumbo pero con ritmo, te aseguro que la música te guiará. No grites, porque de nada servirá.
Susurra palabras sin sentido: Dios, mesa, zapato, todas las escucharé y comprenderé.
Que no te importe el tiempo, donde estoy no existe. Solo se es.
Encuéntrame en el cielo, búscame en la tierra. Hállame en tu despertar.
He sido un sueño nunca alcanzado y aquí, me quiero quedar.
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